Counterfog® es una tecnología única, desarrollada dentro del programa FP7 EU Research and Development program (nº 312804), para la desinfección rápida de bioaerosoles y la descontaminación rápida de agentes químicos, biológicos, radiológicos, de humo y polvo. Basa su funcionamiento en el empleo de la dinámica de fluidos para generar una gran cantidad de gotas de fluido submicrométricas capaces de colapsar partículas inferiores a una micra, atrapándolas y haciéndolas precipitar al suelo impidiendo su respiración y propagación. Es una herramienta universal para la descontaminación de aire y superficies.

La tecnología de desinfección y descontaminación Counterfog® nació dentro del programa FP7 EU Research and Development program (nº 312804). Fue desarrollada y probada por un equipo multidisciplinar de científicos de 10 instituciones de investigación así como de universidades europeas. El proyecto fue coordinado por la Universidad de Alcalá (España), siendo parte del equipo la Universidad de Strathclyde (Reino Unido), la Academia de Ciencias de la República Checa, la Academia de Ciencias de Bulgaria y el CIEMAT ( España) entre otros. También se realizaron distintas pruebas por el prestigioso Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC.

La dinámica de nieblas única generada por las boquillas Counterfog® atrae, absorbe y agrega partículas y aerosoles al chorro de niebla, evitando la resuspensión y limpiando el aire. La niebla aplicada sobre superficies forma una película fina de líquido asegurando su descontaminación con un impacto mínimo. Counterfog® es la única tecnología capaz de eliminar virus transportados por el aire y neutralizar partículas ultrafinas. 

Counterfog® proyecta un cono de niebla dinámico compuesto por millones de gotas submicrónicas (del mismo tamaño que virus, bacterias, esporas…). Estas gotitas son extremadamente pequeñas y cuando se proyectan en el aire atrapan la materia nanométrica transportada por este medio (polvo, aerosoles, etc.). Otras tecnologías no son efectivas porque emplean gotas mucho más grandes, por lo que sólo consiguen desplazar la masa de aire en el que flotan estas partículas y no consiguen atraparlas.